Mi novio Pedro y yo estamos enamorados de París, de hecho en este momento estamos viviendo allí, vamos a estar aquí un total de dos meses. Es una locura, nos ha costado mucho llegar hasta aquí, un año entero trabajando para poder ahorrar el dinero suficiente, muchos quebraderos de cabeza, y muchas otras cosas que han pasado, que han hecho que este sueño empezara de una forma desastrosa, pero ahora, dos semanas después gracias a Dios, todo se ha asentado y estamos tranquilos y viviendo esta experiencia con ilusión y a sabiendas de que esto solo pasa una vez en la vida, que los sueños no se cumplen todos los días.
Intento aprovechar esta experiencia para saber lo que quiero hacer en mi vida, para tomarme un kitkat, y retomar todo con ilusión y esperanzas renovadas, pues la vida dura muy poco y solo hay una, y mi meta en ella es, ser feliz.
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